Hola padre!!, (cómo te gustaba que te dijera, hola padre)
Felicidades!!. Hoy hubiera sido tu cumpleaños…bueno, ya no lo sé. Creo que nadie lo sabrá. Hasta eso lo decidiste de manera unilateral y definitiva cuando parece ser que naciste el 11, pero te registraron el 14 porque al ser el día de la república, tocaba una «paguita». Esa es la historia que se contaba pero ahora, para bien o para mal, ya no queda nadie para verificar o desmentir. Qué más da?. Tú querías nacer el 14, pues qué coño!! el 14 y no se hable más (aunque también recuerdo, hace unos cuantos años, que siempre esperabas que se te felicitara el 11…y el 14. Qué personaje!!).
Sólo quería….necesitaba, escribir unas pocas palabras de despedida, porque sería muy largo explicar todo lo que era, me enseñó y, por suerte, disfrutó mi padre. Creo que se va tranquilo porque realmente aprovechó su existencia. Pocas serán las mujeres que lean esto a día de hoy (ampliado a mujeres de media España) que no hubiesen bailado con él. Aprendí de él cómo trabajar regalando sonrisas, sintiéndose bien y saboreando el día a día. La responsabilidad, la puntualidad, su don de gentes y la protección de la familia. Asumí patrones buenos… y no tan buenos. Por suerte, busqué el tiempo necesario para hablar, discutir, comprender su forma de vivir , aceptar y despedirme.
Adiós papa , ahora tendrás tiempo para reconciliarte y compartir, con tu hijo Tito y mirando a Matrix desde dónde estéis, experiencias, batallitas y paellitas sin dejar en el plato «ni un sólo grano de arroz».