A esos que vi nacer, que vi crecer (aunque demasiado poco);
a los que dediqué menos tiempo del que hubiese querido
y con los que jugué menos de lo que ahora hubiera deseado.
A ellos que me regalaron sus sonrisas, sus palabras, sus abrazos y sus besos.
A ellos para los que no fui tan buen padre como esperaba ser;
para los que quise ser un modelo y no lo fui.
Esos que me idealizaron y a quien, en ocasiones fallé.
Sí, soy humano, cometo errores, tengo éxitos y fracaso, acierto y fallo.
Os enseñé mi valor…y mi cobardía.
Siempre intenté hacerlo lo mejor que supe aunque para esto, nunca se está totalmente preparado.
A ellos quiero enviarles este mensaje
– Por mucho que cambie la vida, que haya sucedido en el pasado, o suceda en el futuro,
por muchos errores que se hayan cometido,
siempre desearé veros y siempre os llevaré muy adentro.
Os quiero.
Perdonadme por el daño que os pude hacer.
Estoy orgulloso de vosotros.
Gracias por existir –