Dos humanos y yo
Largo y tortuoso camino.
Un paraje único.
Mantas, bocatas. Merienda tardía.
Postre… con miel.
Saboreo cada minúsculo pedazo. Me gusta, confío maestro.
Hermoso día, se esconde el Sol a nuestra derecha…
Nos saluda la Luna desde su perfecta “V” a nuestra izquierda.
Descanso hasta el anochecer.
Algo mágico sucede.
La colina nos enseña sus canas,
La tierra, madre, sus entrañas.
Interrupción…Dos nuevos humanos, otra realidad, “salva-montes”.
Maestro, mueve el autobús. Los nuevos, desaparecen.
Miro mis pies y, debajo, la llamada de la realidad fractal. Miedo…
Me acerco a ella, valor, es bella, huele a vida.
Universo sobre nuestras cabezas, universo bajo mis pies.
Un humano, sumergido en el universo estelar.
Habla con Él. Habla consigo mismo.
El otro humano,
atento, cariñoso, pendiente, vigilante, compañero…
DJ-música a la carta.
Luces en los matorrales. Miedo…
Maestro y yo, valor, andar hacia los matorrales. Más humanos? Otra realidad. Desaparecen.
El otro humano,
Comprensivo, pacificador, solidario, paciente…
Tranquilidad, observación.
Me levanto. Dibujando círculos protejo, inconscientemente…
La manada.
“Extrañavillosa” sensación:
Feliz, me encuentro en el lugar donde deseo con quien quiero.
Entiendo, aprendo:
Amistad es amor, no hay duda.
Alguna hora más y de regreso a casa.
Ya nunca seré el mismo.
(Dedicado a Jenny y Ronnie, mis amigos)