Qué guapo estàs!! Qué bien se te ve!! Pienso mirando una fotografía robada de mi hijo en las redes sociales.
Me apetecía recordar cómo fue todo desde aquél 27 de Diciembre de hace ya 23 años.
Aunque el momento estaba perfectamente planificado y el doctor era bien conocido por la familia, un halo de misterio, de miedo, de salto al vacío… y de desbordante ilusión, se apoderaba de mí.
Una espera que se hizo eterna. Me privaron de la posibilidad de verlo salir al mundo….cosas de la medicina!. Después, unos cigarrillos más tarde, ahí estaba. Pequeño, delgadito, morado y….no tan “mono” como quieren transmitir las abuelas.
Aquél ser indefenso formaba parte de mí….para siempre!. Aquél maravilloso ser que empezaba, segundo a segundo, a transformarse en quien es ahora, se encontraba entre mis torpes y atemorizados brazos.
Noches de llanto, pañales, mocos, guardería, primeros pasos, “mhace pupa homeeeee!!!”…. Colegio… y qué poco tiempo le pude dedicar!!
Aún así, con errores y aciertos, demasiadas pocas felicitaciones, castigos merecidos y castigos a destiempo, menos conversaciones de las que ambos hubiéramos querido… con una vida quizás con excedente de protección y parca en comunicación… sin manual de instrucciones para padres, pero con la mejor voluntad y la inestimable ayuda de una madre que siempre veló por él… creció Kevin.
Con modales rudos, a veces, y un carácter difícil de controlar pero con un alma brillante, llena de amor.
Valor, sensibilidad, talento, alegría, don de gentes….
Con tu fuerza y tu actitud frente a las adversidades (que no han sido pocas) estás aprendiendo cómo salir adelante y te has convertido en un HOMBRE.
Estoy orgulloso de ti.
Felicidades hijo. Felicidades Kevin.
Te quiere siempre…
Tu padre.