Hoy quiero compartir algo con vosotros. Algo que aprendí hace ya más de dos años, quizás tres. Andaba inmerso en reflexiones, búsqueda, incoherencias y por qué no, una cierta angustia. La necesidad de entender el sentido de seguir avanzando, abandonando poco a poco el sufrimiento y sintiéndome bien, me llevó a probar, entre otras muchas que he utilizado y que probablemente me sigan interesando en el futuro, una herramienta que dos magníficos amigos míos me transmitieron. Al parecer, a ellos se lo había comentado, a su vez, otro gran amigo común.
Por mucho que he buscado en Internet, no he encontrado el origen de este “juego-terapia-práctica-herramienta” o como cada uno quiera llamarlo.
Quizás es una de esas cosas de las que es difícil localizar la fuente, o de esas que, partiendo de un mensaje determinado, se modifican y adaptan por el “boca-boca”.
De cualquier forma, tal como me llegó a mí me pareció muy interesante y sobre todo, útil. Un escalón más en el proceso hacia eso que, cuando queremos avanzar y sentirnos bien nos suele preocupar tanto: El autoconocimiento.
Lo cierto es que, hay ocasiones en que te detienes, echas una mirada atrás y al propio instante que estás viviendo y decides “rascar” en tu interior después de darte cuenta de que ha habido una trayectoria con algunas o muchas vivencias y sensaciones que no se deseaban, que no eran constructivas y que incluso podían llegar a ser autodestructivas. Se han cometido errores y se han repetido patrones que no han ayudado positivamente.
Posteriormente a ese análisis uno se pregunta cómo todo eso ya desde la infancia, ha llegado a afectar hasta el punto de que, realmente no sabes con certeza quien eres. Lo que dice/n tu/s etiqueta/s?, lo que quieres interpretar?, lo que te hace encajar?….Y deseas realmente saber, ser quien eres o aproximarte poco a poco a ello, y sentirte bien con ese hallazgo y contigo mismo.
Pues bien, al grano.
Como ya he dicho esto puede considerarse como un juego simplemente o como una terapia si se quiere ir más allá. Sólo hay que tener ganas de experimentar. Para ciertas personas, esto puede llegar incluso a ser tan clarificador como otras experiencias que puedan vivirse a través de determinadas sustancias «multirealidad».
Las reglas son muy sencillas:
- Te apetece?, te interesa?, pruébalo. No te interesa, no “va” contigo?. No lo hagas. Es algo que siempre estará ahí por si algún día quieres.
- Es muy importante relajarse, NO PREVER NI PREMEDITAR nada en absoluto. Dejarse llevar. Dejar actuar a tu mente.
- La regla anterior es tan importante para el desarrollo de la experiencia que la repito. NO PREVEAS, NO PLANIFIQUES. INVESTIGA.
- Todo lo demás depende de cada uno. De tu imaginación, de tu subconsciente y de las ganas de llegar al final… o a los finales, ya que puede parase, reanudarse o repetirse cuanto se quiera.
- La libertad es absoluta, tanto como la imaginación. Es una experiencia individual sin límites.
- Puede suceder:
- Que no llegues a acercarte o entrar.
- Que entres y quieras salir,
- Que entres y no acabes tu viaje.
No importa. Todo vale, aunque lo ideal es que si deseas un viaje completo interior, no te dejes ningún rincón sin escrutar.
Preparad@?
Relájate, túmbate…sin prisa, sin nada que te moleste o te distraiga. Si cierras los ojos, la capacidad de concentración será mejor.
Imagina que te acercas a una edificación: castillo, palacio, convento… lo que prefieras. Intenta no dejarte ningún detalle de dónde se encuentra, cómo es por fuera, cómo se accede……PERO OBSERVA. NO PLANIFIQUES.
Ya estás ahí. Ahora, ve y entra. Siente el interior. Cómo es?, cuantas habitaciones, plantas, ventanas, sótanos?…. Puede tener más, menos o carecer de alguno de esos elementos e incluso incorporar otros. Simplemente OBSERVA. NO PLANIFIQUES.
Ahora ya puedes empezar la visita. Estate atento a las sensaciones, colores, luces, sombras.
Hay pasillos, puertas?. Adelante. Abre, mira, escucha y, si quieres… pregunta.
Y RECUERDA. LA IMAGINACIÓN ES LIBRE Y, EN ESTE CASO…TODA TUYA. Todo puede suceder detrás de cada puerta… en cada rincón.
Si quieres y tienes valor, no dejes nada sin visitar.
Una vez acabado el viaje interior, aunque éste haya sido incompleto, apunta lo que ha pasado, lo que has visto y cómo te has sentido. Seguramente después te interesará recordar hasta el último detalle de lo que ha acontecido y has percibido. Si no acabaste y quieres continuar en otro momento, tú decides.
Si lograste acabar. Enhorabuena!.
Sorprendid@ eh?. Estoy seguro de que sí y de que, de una manera u otra, esto te va a ser útil de ahora en adelante.
Espero haber sido capaz de ayudar aunque sólo sea en un 1% de lo que esperabas o necesitabas.
Si no es así, confío en que, al menos, te hayas divertido con este rato de lectura o con este juego. Y… ya conoces una herramienta más.
Salut!